La paternidad es un trabajo difícil (a veces aterrador) y confuso. Ahora que soy madre, me encuentro haciendo todo tipo de preguntas que nunca pensé que haría. Antes de tener hijos, a menudo pensaba que sabía exactamente cómo los criaría algún día. ¡Yo prácticamente lo tenía todo solucionado! ¿Tú no? 

Bueno, resulta, que no tenía ni idea de en qué me estaba metiendo. Me encuentro haciendo un millón de preguntas sobre lo que estoy haciendo, lo que debería estar haciendo y lo que no debería estar haciendo. ¡A veces espero hacerlo bien! Intento volver a la tierra y recordar que no siempre habrá una respuesta correcta o incorrecta, sino que tengo que tomar decisiones que serán las mejores para MI familia en este momento en específico. 

Una pregunta que me he estado haciendo mucho últimamente es “¿debería educar a mis hijas en casa?”  Estoy en una posición increíble ahora mismo tanto en el trabajo como en la familia. Trabajo como maestra de preescolar y para Learn Safari. Esto me permite la flexibilidad y el tiempo de trabajar con mis hijas y al mismo tiempo poder dedicar tiempo a mi carrera. Así que, obtengo los beneficios de ambos mundos (¡junto con las dificultades y desventajas de ambos!). Esto significa, sin embargo, que puedo considerar la educación en el hogar. Es algo que nunca pensé que consideraría. 

Sé que muchos de ustedes tienen fuertes sentimientos sobre el tema, mientras que otros pueden estar reflexionando sobre la idea como yo.  Puedo ver tanto los beneficios como los inconvenientes y en este post me gustaría compartir ambos. ¡Te explicaré las cosas que me emocionan y me aterrorizan al mismo tiempo! 

La ventaja de la educación en el hogar 

Diseñar un plan de estudios que es único a las habilidades, intereses y necesidades de mis hijas 

El mayor atractivo de la educación en el hogar es la capacidad de moldear la educación de mis hijas para que se adapte mejor a sus necesidades. Puedo tomarme el tiempo para concentrarme en aquello con lo que ellas necesitan más ayuda, repasar las cosas que les resultan más fáciles y realmente explorar sus intereses. Quiero que tengan una educación completa donde exploren las materias STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), pero donde también donde se aprecie la literatura, la historia, el arte y la cultura. ¡Necesitamos ambos para hacer al mundo girar! 

Enseñar a mis hijas a CÓMO aprender 

Honestamente me preocupa el sistema escolar de talla única. No quiero que se suprima la singularidad, la creatividad y la capacidad de “pensar más allá” de mis hijas. Sí, es importante para ellas poder seguir las reglas, seguir instrucciones y llevarse bien con los demás. Sin embargo, en un mundo innegablemente efímero, las personas más exitosas tienen que ser no sólo “inteligentes”, sino también creativas y capaces de perturbar los viejos y cansados sistemas. 

Tiempo 

El tiempo es nuestra mayor mercancía ¡y no quiero desperdiciarlo! Entre el tiempo de viaje, los exámenes estandarizados, las tareas y el tiempo dedicado a la gestión del aula; parece que mucho del tiempo de un estudiante se “agota” en la escuela. Quiero que mis hijas participen en actividades adicionales que les puedan interesar, como música, arte y baile. Sin embargo, no quiero administrar todo su tiempo. Necesitan libertad para tomar decisiones. Necesitan pasar tiempo haciendo lo que quieren y también necesitan aprender a manejar su propio tiempo. Si seguimos el camino de la escolarización en casa, creo que podríamos hacer “más” mientras les damos la libertad de autorregularse. 

La parte aterradora de la educación en el hogar 

¿Seré lo suficientemente capaz? 

Mi mayor preocupación es si puedo ser la maestra que ellas necesitarán y merecen. Como profesora, sé la cantidad de trabajo, pensamiento, planificación y paciencia que se necesita. Es un trabajo muy DIFÍCIL. Entonces, ¿sería capaz de cubrir todos los temas en todos los niveles que ellas necesitarán? ¿Qué hay de MATEMÁTICAS? Oh, estoy tannnnn asustada de las matemáticas, y NECESITAN ser buenas en matemáticas. 

Creo que los grados inferiores los podría manejar sin problemas. Tengo experiencia trabajando con estudiantes jóvenes (bueno, he enseñado de todo, desde preescolar hasta bachillerato), tengo una amplia gama de conocimientos y me encanta aprender. Además, no tendría que preocuparme por los estudiantes mayores de 18 años, sino por 2 estudiantes (hasta ahora…). Sin embargo, a medida que sus conocimientos crecen y sus necesidades crecen, ¿podré crecer con ellas? 

¿Qué oportunidades perderán? 

Creo que esta preocupación habla por sí misma. Las escuelas generalmente tienen recursos a los que yo no tengo acceso. Laboratorios de ciencias, consejeros de orientación, equipos y clubes que pueden estar disponibles para mis hijas. No me preocupa mucho la “socialización” y hacer amigos, porque pueden participar en actividades extracurriculares. Con actividades extracurriculares no sólo tendrán la oportunidad de hacer amigos, sino que estarán bajo la enseñanza y guía de instructores que no sean yo. 

¿Les daré todas las herramientas que necesitan para volar sin mí? 

Me encanta enseñar y ver a los estudiantes florecer con nuevos conocimientos. Como padres, sin embargo, uno de nuestros papeles más importantes es enseñar a nuestros hijos cómo sobrevivir, o mejor aún, prosperar sin nosotros. Si soy su maestra toda su vida, ¿les daré las herramientas y la confianza que necesitarán para seguir adelante sin mí? Puedo ayudar a fortalecer sus alas, pero sólo podrán volar si es sin mí. ¿Las retendré? 

¿Tendremos responsabilidades? 

Finalmente, ¿qué tipo de responsabilidades tendremos? ¿Cómo sabré que vamos por buen camino y que las niñas están cumpliendo con todos los requisitos para sus niveles? Además, ¿quién va a juzgar mi trabajo? Me preocupa que me vuelva demasiado negligente o que en algún momento “me duerma en los laureles”. 

Más importante aún, ¿cómo afectará la educación en el hogar a su capacidad de entrar en una buena universidad? ¿Cómo sabrán las instituciones la calidad de la educación que recibieron las niñas, cuando me cuesta trabajo averiguar cómo sabría la calidad de su educación? 

Como mencioné antes, tengo muchos pensamientos contradictorios sobre la educación en el hogar. ¡Me encantaría saber de ustedes! Como padres, educadores en el hogar y maestros de escuela, ¿cuáles son sus pensamientos? Por favor, ¡comparte tus pensamientos constructivos con nosotros en los comentarios de abajo!